| 3 comentarios ]

En estas horas que transcurren resulta difícil apartar la mirada de Chile. Todo el país sigue atento minuto a minuto el rescate de los 33 mineros en el yacimiento San José, al norte de ese país. Ese logro no es del gobierno en la figura del Ministro de Minas Laurence Golborne Riveros, mucho menos del presidente Sebastián Piñera (sin que se le reste mérito al esfuerzo que visiblemente han desempeñado), sino de todo Chile. La nación entera acompaña la proeza de quienes han hecho posible la “Operación San Lorenzo”. Todos los medios privados y estatales, todos las fracciones políticas, todos los ciudadanos están unidos en el éxito del rescate.
Sacar con vida a los mineros después de más de dos meses bajo tierra, a una profundidad de 700 metros, ha sido un verdadero milagro. Este prodigio ha despertado un espíritu nacionalista en el pueblo chileno. Curioso, el revés de una tragedia ha servido como un factor importante para se encuentre una nación entera de cara al futuro, con mucha más confianza y esperanza en sus capacidades y posibilidades como colectivo.
No debería extrañarnos. Estudios avizoran a Chile como la segunda economía latinoamericana, en camino a desplazar a México, con un ritmo de crecimiento del 6% en el Producto Interno Bruto y la número 24 del mundo. ¿Quién no recuerda en febrero de este mismo año el terremoto de grado 8,8 que sacudió ese país, mucho más fuerte que el que golpeó a Haití a comienzos de 2010, dejando una cifra de 521 fallecidos y cerca de 500 mil viviendas con daño severo y un total de 2 millones de damnificados? Y a pesar de la magnitud de la catástrofe, Chile supo salir dignamente de esa tragedia.
Este país tiene en su haber el primer presidente marxista en el mundo que accedió al poder democráticamente en 1970 con Salvador Allende; como también haber salido de la dictadura pinochetista después de 15 años igualmente por la vía democrática, donde La Concertación, una coalición de partidos que incluía a socialistas, socialdemócratas, demócratacristianos y radicales, llevó al líder demócratacristiano Patricio Aylwin a la presidencia de Chile, logrando recuperar así la anhelada democracia en 1989.
No cabe duda, un gran país. La admiración que despierta Chile nos obliga a vernos como nación. Hoy somos, después de Haití, la única economía con recesión en el continente. Seguimos aferrados a una economía monoproductora, sin un proyecto alternativo viable que nos permita superar la dependencia del petróleo. Y empeñados en repetir ensayos ya fracasados en la historia.
Además somos una sociedad divida, polarizada, incapaz de unir esfuerzos para acometer las tareas más urgentes. Ante una tragedia, a diferencia del pueblo chileno, la política se muestra para remarcar desavenencias y discrepancias entre venezolanos. Realmente un hecho lamentable como sociedad.
Hoy nos sentimos alegres en lo más profundo. En Chile hay una luz y un camino a seguir, ¿por qué no?

3 comentarios

Unknown dijo... @ 14 de octubre de 2010, 10:21

Es momento de reflexion, para los Venezolanos y todos los demas paises. Chile con un gran ejemplo de fortaleza, ganas de hacer las cosas bien. Sin ninguna ideologia politica, Es admirable ver toda una nacion con "UN" solo objetivo y todos los Chilenos plegados a una sola oracion sacar a los mineros sanos y salvo!

Muy buen articulo Frankling tu siempre amigo Ruben Quevedo

Unknown dijo... @ 14 de octubre de 2010, 20:17

Muy bueno tu comentario, porque no nos avocamos todos a buscar y planificar la mejor opción para que comentarios (para empezar) y otras acciones convincentes, llegue y cale a los sectores que aún estan con este gobierno

Unknown dijo... @ 15 de octubre de 2010, 6:08

Bravo por Chile! Demostró el grado de organización y de confraternidad que tiene el pueblo de Chile. Ahí está la diferencia con el pueblo de Venezuela, en su gente! Nosotros tenemos una población gigantesca que se conforman con nada, es decir con miserias que solo les alcanza para sobrevivir, y que no tienen ningún sentido de confraternidad ni les importa en absoluto lo que le suceda a los demás!!! Los mismos gobiernos se han encargado de "alimentar" este tipo de ciudadanos, con la sola intención de que voten por ellos. Tamaña diferencia con el pueblo chileno! El trabajo es arduo y tenemos que continuar combatiendo estas miserias por el bien de nuestro país. Hay mucho por hacer y tenemos que lograrlo ,por el futuro de nuestros hijos y nietos!!!

Publicar un comentario

 
Share