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La foto de la portada del diario Tal Cual en la que dos sujetos viajan en el espacio externo que une los vagones del Metro, refleja el desespero y el drama al que se someten diariamente miles y miles de ciudadanos, para poder llegar a tiempo al lugar de trabajo o, temprano, de vuelta a sus hogares.

Los pasajeros están sometidos a viajar en vagones sin aire y llenos de gente por encima de la máxima capacidad de los trenes, a pesar de durar horas esperando para poder entrar. El embarque y desembarque de las unidades se hace a golpes y empujones, siendo los más perjudicados los ancianos, las mujeres y los niños. Los robos, incluso a mano armada, y el cementerio de escaleras mecánicas, forman parte del cuadro infame.

Los retrasos en el servicio, las paralizaciones diarias, sin explicación alguna, facilitan las riñas, el estrés y la irritabilidad de los pasajeros, dejando para la historia aquella cultura ciudadana que se practicaba en el Metro. La mala educación, la falta de cortesía, los abusos y la indiferencia antes éstos son el pan de cada día. Una verdadera tortura para quienes no tienen otra opción.

La foto muestra lo que no se puede ocultar: el colapso del Metro. En once años se evidencia una falta de planificación en la ejecución de obras necesarias para que el sistema Metro mejore la calidad de su servicio.

Las promesas del primer mandatario el día lunes 22 de octubre referente a los 273 millones de bolívares fuertes destinados para la rehabilitación y mantenimiento de la Línea 1, así como la reparación de rieles, escaleras mecánicas y refacción de aires acondicionados en los vagones, junto con la incorporación de 2 vagones por mes, a partir de diciembre, puede ser interpretado como una respuesta a la presión ejercida por la ciudadanía para que el gobierno se avoque a la grave problemática del sistema de transporte subterráneo. Lo que debe estar claro, es que dicha presión no debe ser abandonada hasta tanto no se realicen las obras que normalicen el buen funcionamiento del Metro. Entre otras razones, porque en cualquier momento puede ocurrir una tragedia.

Por otra parte, la rueda de prensa del ministro Garcés de este miércoles 27 de Octubre, lejos de ofrecer un plan de recuperación con fecha y presupuesto incorporado, tuvo como único motivo excusar el estado deplorable, argumentando el aumento en la cantidad de usuarios que utilizan el sistema Metro. La cantidad de twitters no se hizo esperar y el canal del Estado que cubría en vivo la rueda, sacó del aire la desdichada declaración antes de que concluyera. No hubo forma de tapar el pandemónium. Mejor eran sus actuaciones cuando aparecía después de un sismo.

Las conclusiones saltan a la vista de los ciudadanos, el deterioro del transporte Metro de la ciudad capital es la prueba palpable del gran fracaso gubernamental. Un país destruido y un saco de promesas son los legados de la revolución bonita.
Franklin Piccone Sanabria

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