Hemos sido ingratamente sorprendidos con una Resolución publicada en la Gaceta Oficial N 39.641, del 24 de Marzo de este año, según la cual se crea:“La Educación Militar, como Eje Integrador del Sistema Educativo Nacional”.
Cualquier movimiento que se pretenda hacer en la vida institucional educativa venezolana, es capaz de generar fuertes conflictos y en esta ocasión se acaba de disparar una de las más graves de que se tenga memoria, pues aquí se van a exaltar, valores contrarios a los que nuestra educación tradicional ha promovido, sometiendo a nuestros niños y adolescentes a una cultura de la guerra, de las armas, de la muerte y de la guerrilla, que son rechazadas por la mayoría de los venezolanos que no queremos que se fomente esto en nuestros niños y jóvenes, sino por el contrario, que se fomenten los principios de la solidaridad, del trabajo, de la investigación, del arte y la cultura, como herramientas indispensables para incorporarse al presente y más aun al futuro.
Todavía en Venezuela, los de más avanzada edad, no han podido olvidar el gobierno militar del Presidente Marcos Pérez Jiménez, en el que también se quisieron militarizar nuestros institutos de educación y adoctrinar a los más jóvenes, en etapa de formación.
Se impuso entonces una llamada “Semana de la Patria” y se celebraba con un gran acto militar en el que desfilaban marcialmente, los alumnos de los principales colegios del país y se sometía al poder civil durante más de mes y medio, a que todo girara alrededor de ese desfile militar y su pompa.
La Venezuela de hoy es otra. Más de 40 años de vida civilista y democrática, confinó a la mayor cantidad de militares a sus cuarteles, que es su hábitat natural y en donde pueden ejercer a plenitud la profesión que escogieron para su vida. Hoy ya no es así, pues han invadido la vida civil, la burocracia civil, el comercio civil y paralelamente con esta pérdida de su propia identidad, muchos de sus miembros, han avergonzado a su noble institución, con acciones de escándalo, en bandas de atracadores, secuestradores, tráfico de drogas y más, deshonrando su uniforme, sus insignias y su juramento a nuestra bandera y a los valores y defensa de la Constitución.
Las Milicias, no son parte de las Fuerzas Armadas, pero se les está dando, poco a poco, un rango y un reconocimiento que pone en peligro la integridad y profesionalismo de nuestros militares de carrera. Pretender que estos personajes, se involucren en el adoctrinamiento de nuestros niños y jóvenes, es inaceptable.
Ing. Carlos Presencia Jurado Contacto: cpresen@aipop.com.ve – www.aipop.org.ve PRESIDENTE
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