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Los DDHH según el Gobierno
"Lo peor de las cosas malas, es el silencio de la gente buena". Mahatma Ghandi

Tengo pendiente escribir sobre el drama de las madres a quienes la delincuencia les ha arrebatado a uno, o peor aún, a varios de sus hijos. Cada vez son más los velorios a los que uno asiste por esta tragedia.

Pero me detengo un momento para escribir algunos apuntes sobre la forma como la élite burocrática del presente aborda temas tan delicados, cruciales y sagrados como el de los Derechos Humanos.





Esta semana lo vimos en la Asamblea Nacional; propusimos una comisión mixta, plural, que al día siguiente (miércoles) comenzara a visitar todas las policías del país sin importar la adscripción ideológica, donde hubiese denuncia de maltratos o violación de derechos fundamentales a detenidos.



Sugerí que la inspección comenzara con las policías de Chacao y de Barinas, ya que en la plenaria se presentaron señalamientos delicados sobre estos organismos.

Así mismo propuse que esta comisión acompañase a las víctimas y sus familiares a la Fiscalía para presionar las investigaciones a las que hubiere lugar, e impedir que haya impunidad frente a posibles irregularidades.

Del mismo modo, pedí que el equipo del Poder Legislativo asistiese el tema de las cárceles venezolanas, donde se acumulan récords de todo tipo de vejámenes y maltratos proferidos a los seres humanos.

Pero la línea oficialista demostró que para nada le interesaba el tema de hacer respetar los derechos esenciales, sino más bien montar una escena más de su eterno show propagandístico, de su obra de teatro para atrapar incautos, para buscar votos.

Los diputados del Gobierno aprobaron sólo investigar la Policía de Chacao porque es administrada por alguien que no comparte la ruta ideológica del Gobierno.

Es un acto criminal el de parcializarse o relativizar los valores para darle color político a los Derechos Humanos, porque en realidad éstos no tienen color político.




Así los dicen los convenios internacionales y nuestra Carta Magna: el maltrato a un ser humano es inaceptable (y por tanto condenable), cométalo quien lo cometa.

El dolor de una persona debe atenderse sin importar si ésta viste una franela roja, azul, blanca o verde. Eso no importa, lo único que importa es que es un ser humano y merece respeto y reconocimiento.
por Willian Ojeda

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