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Miguel es un niño de 7 años de edad, amante de las comiquitas, un poco flojo para hacer tareas, le encanta jugar. Ana es la mamá de "Migue", quien ha intentado inculcarle valores y pasión por sus estudios en la crianza. Actualmente, estudia 1er grado de educación básica, la lectura, la copia, el dictado y las sumas comienzan a tener presencia en su recién estrenada vida educativa. María Beatriz es la maestra de Miguel y otros 24 niños que de lunes a viernes acuden al Colegio Andrés Bello para adoptar nuevos conocimientos y además aprovechar el tiempo libre para jugar e interrelacionarse entre sí.

La mañana del lunes 4 de abril Ana preparó a Miguel para una nueva semana de clases. Dentro del morral iban cuadernos, merienda y par de carritos para jugar durante el recreo. A la llegada al colegio se encontraron con cinco efectivos militares, para Ana significaba seguridad en los alrededores de la institución, mientras que para Miguel era señal de acción.


Al entrar al salón, la maestra María Beatriz estaba acompañada de un efectivo castrense que portaba un fusil Kalashnikov AK-47, Miguel junto a sus compañeros sentían temor. Al ver la actitud de los niños, la maestra les explicó que ahora la metodología para las clases sería distinta, es decir, a partir de ese día el militar estaría diariamente en el salón dictando información sobre "Seguridad y Defensa".



Para los niños representaba conocer más sobre el mundo Toy Story con la presencia de un imitador de Buzz Lightyear, pero sin comando estelar. El militar tomó la palabra y le indicó a los estudiantes que serían capacitados para la protección del país, y para eso era importante conocer los recursos humanos y técnicos con los que Venezuela cuenta en caso de una guerra imperial contra la revolución socialista. Nadie entendía nada, pero el objetivo era claro: sacar a los niños de la infancia y ponerlos al servicio de un proyecto político.

La maestra María Beatriz pudo concluir parte de la clase que tenía planificada, pero aterrada envió mensaje a todos los representantes sobre la situación que se presentaba con la educación de los hijos. Ana, mortificada, tomó la batalla y conversó con todos los padres sobre lo ocurrido, unos prestaron atención, otros no observaban mayor anormalidad.

Para Ana resultaba un asesinato ideologizar a niños que apenas viven su infancia, no aceptaba bajo ninguna circunstancia que su "Migue" fuera puesto a las órdenes de efectivos castrenses y no al servicio de la nación a través de su educación y los valores que ha intentado inculcarle. Un llamado de atención que difundió entre familias, amigos, conocidos, redes sociales, aviones de papel, grafitis, mensajes de texto, entre tantas vías de comunicación.

Miguel en su inocencia botó los carritos porque se preparaba para buscar cualquier pistolita, así sea de agua, para defender algo que se convierte en indefendible desde el momento en donde la mordaza al pensamiento, el abuso de poder y la imposición atropellan tu libertad. Tarea de compromiso la que tiene Ana y todos los representantes en Venezuela quienes se enfrentan ante la amenaza de distorsión del futuro de sus hijos.

ORIAN BRITO PEÑA | EL UNIVERSAL
@OrianTV /
orianjesusbrito@gmail.com

4 comentarios

bethsade dijo... @ 6 de abril de 2011, 9:21

Excelente...!!!

Unknown dijo... @ 6 de abril de 2011, 15:19

La suciedad y el abuso del comunismo chaburro no tiene limites. Y lo mas triste es que el pueblo no tiene lideres que lo electricen en una batalla por la decencia en el pais, que se perdio hace mucho.

Unknown dijo... @ 6 de abril de 2011, 18:10

se pasan de sucios en esta pagina... como pueden mentir tan descaradamente... mientra ustedes hagan mas estas locuras mas el puebloe cree en el presidente por que ya nadie cree en sus mentiras....

Unknown dijo... @ 6 de abril de 2011, 18:24

ala260286 los chavistas ignorantes son escoria, abstente de comentar ridiculeces aqui.. vete a las paginas del psuv que aqui a nadie le interesa tu opinion!

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